jueves, 23 de octubre de 2014

Bella y misteriosa.

Ojos de gata con labios de fresa y piel canela , un cuerpo para el pecado y unas piernas eternas.
Bailaba como una diosa en su pequeño mundo ajena a las miradas y los deseos que despertaba , todas las noches de sábado nos regalaba su presencia y nos enamoraba a todos  deslizándose por la pista mágica , etérea .
Ninguno nos atrevimos a hablar con ella e igual que llegó un día desapareció.
Un día en una fiesta  la vi  y nos presentaron  , la conté que la conocía y de que , además le confesé que a pesar de desearlo jamás me atreví a hablarle porque me imponía tanto su presencia que me quedaba mudo.
Entonces ella me miro y me dijo algo que me impactó , nunca dejes de acercarte a alguien porque te imponga su apariencia en esos días yo me sentía muy sola y hubiera agradecido mucho tener alguien con quien  conversar.




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