Breves palabras de amor II.

El deseo por ti prendió cada centímetro de mi cuerpo convirtiéndolo en un suspiro en humo hasta hacerme desaparecer.

Somos una sola alma, una sola piel en el pequeño mundo que formamos refugiados entre abrazos que nacen del alma.

Él es la luz que rompe mi coraza fabricada con sueños rotos y trozos del alma convirtiéndola en un velo transparente.

Su mano agarrando la mía detiene terremotos y crea tornados que roban mi alma cada vez que no esta a mi lado.

Me pierdo en cada beso en cada curva de su rostro y su cuerpo para vivir infinitamente entregada a mi pasión por él.

Me canse de sufrir y decidí habitar en ese mundo tuyo y mío formado por mi cuerpo sumergido entre tus brazos y tu pecho.

Sonríes y todo comienza a tener sentido borrando del mundo todo lo negativo.

Tus dedos son las puertas al cielo de los sentidos a horas de pasión dibujando nuestros cuerpos presos del deseo.

Mi vida paso de ser tranquila a con el vivir un tango lento, garrado y apasionado así todos los días y noches de nuestra vida.

Solo las olas del mar consiguen contener el volcán que creamos cada vez que nos amamos con deseo enloquecido.

Bésame cada poro de mi piel para emborracharme con tu olor, sabor y el tacto de tu piel de melocotón.

Deseo de mis sueños hecho realidad , en una cala perdida testigo de una pasión tan perfecta que no se si es sueño o realidad.

Los días que duro lo nuestro fue una historia de exotismo, aventura y pasión en la que me convirtió en emperatriz de su reino.

Solo te pido un día a tu lado donde vivamos una vida entera sin problemas ni promesas, un día lleno de amor y sueños.

　
Mis noches de amor con él eran como domar un caballo salvaje en un cuerpo a cuerpo brutal donde nos rompemos el alma.

　
Naufrago una y otra vez en tus brazos abiertos cuando todo se hunde a mí alrededor eres tierra firme mi salvavidas.