No se ni como ni cuando , solo se que un día descubrí un nuevo camino que se abría junto a mí, no tardé en decidir que era el que yo debía seguir era mágico nada en él era corriente el vuelo de un centenar de mariposas me recibieron al emprender el camino , estaba formado de nubes ese puente mágico que sabes donde empieza pero no dónde acaba.
Ese puente me fue mostrando todos los sueños que yo había ido dejando con el paso del tiempo perdidos por el camino de la vida , lo curioso fue es que al ver todo lo que he dejado atrás no me produjo tristeza sino un deseo renovado por esos sueños y la fuerza necesaria para realizarlos.
Sentí de pronto la necesidad de realizar algunos de esos sueños y de llenar mi corazón con esa bonita sensación de haber realizado algo que has deseado durante mucho tiempo.
Muchos de esos sueños o ilusiones me hicieron reír ,otros me parecieron absurdos pero otros mucho me devolvieron la ilusión por realizarlos bien mirados algunos podrían cambiar mi vida y mientras seguía caminando decidí que había varios de ellos que debía hacer .
De pronto ese camino se interrumpió y de no se donde apareció una pantalla en la que apareció , una retrospectiva de mi propia vida centrada en los últimos años en como a cambiado mi vida y mi actitud hacia los problemas como he pasado a cuidarme a mi primero y luego a los demás y como he dejado de consentir que la gente me dañe .
La verdad es que no me había puesto a pensarlo pero si era cierto lo que me mostró , la vida me había hecho cambiar de actitud ante la gente y los problemas.
No me arrepentía de ello pero a la vez me daba pena ver lo poco que quedaba de esa persona inocente que pensaba que todo el mundo era bueno y nadie tenía la intención de dañarla y llegue a la conclusión que estaba mejor así , mejor que me pueda proteger yo a mi misma ya que nadie más lo puede hacer por mi .
Lo curioso es que el puente acababa en el sitio más mágico de mi vida en Madrid , donde cualquier paseo se convierte en magia donde los ángeles pasean de tu mano y te encuentras con tu propia hada madrina como la mismísima Cenicienta , al verme allí otra vez mirando hacia el templo de Debod vi a el ángel que comparte mi vida a mis dos ángeles madrileños y a mi hada madrina y de pronto pensé al final todo lo que he visto me ha enseñado a escoger bien a la gente con la que rodearme, dije adiós a ese puente y comencé a caminar hacia los sueños que habían vuelto a mi vida con la compañía de gente buena y con un gran corazón.
Beatriz Martin Piña
No hay comentarios:
Publicar un comentario