jueves, 1 de octubre de 2015

Breves palabras de amor III.


Me miraba y sin tocarme agitaba mi corazón, erizaba mi piel y me hacia vibrar más que el tacto de cualquier piel.

Cada vez que sonríe ilumina las noches de mi vida más que el sol de mediodía.

Me busque en muchas miradas pero solo en la suya veía reflejada mi alma.

Tú y yo sabemos que hemos sido amantes en el espacio y el tiempo y que seguiremos repitiendo por que tu alma y la mía siempre se encuentran.

Me gustaría que tu y yo fuéramos dos almas sin equipaje que solo viviéramos para darle rienda suelta a nuestros deseos y sueños.

Su alma y la mía se atraen sin que nadie lo pueda evitar y cuando estamos juntos nuestras almas se hacen uno.

Cuando nos unimos se crean explosiones que hacer caer las estrellas del cielo celosas de cómo tú y yo nos miramos.

Cuelgo mis alas al entrar por que con el, vuelo sin alas más allá de las estrellas hasta galaxias muy lejanas.

Soy un faro en medio del mar intentando no naufragar en la tentación que tus ojos me proponen.

A tu lado el tiempo se detiene la pasión es lo único que avanza desgarrando mi cordura y desatando mi corazón.

Cuando ya no puedo más la puerta a tu mundo aparece para que la atraviese y nada se interponga entre nuestros deseos.

De nuestra unión solo queda como testigo el polvo de estrellas que creamos cada vez que nos amamos.

Para todos el era de todo menos bueno pero yo no me podía resistir abría sus brazos mi cuerpo volaba a su encuentro.

En las noches de luna llena tu alma vuela hasta mi cama para cumplir todos nuestros deseos en noches de lujuria y pasión.

Contigo las noches son bailes y pasión bajo las estrellas para al llegar a casa bailar un tango lento bajo las sábanas.

Lo nuestro es magnetismo nos atraemos sin remedio y solo nos separamos cuando nos sentimos piel con piel.

Entre sus brazos encontré el hogar que daba por perdido solo tengo que sentirte para saber que estoy en casa.

 



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